Mateo Santamarta (detalle de una pintura)
Al paso que la primera mitad de la vida no es más que una infatigable aspiración hacia la felicidad, la segunda mitad, por el contrario, está dominada por un doloroso sentimiento de temor, porque entonces se acaba por darse cuenta más o menos clara de que toda felicidad no es más que una quimera, y sólo el sufrimiento es real. Por eso los espíritus sensatos, más que a los vivos goces, aspiran a una ausencia de penas, a un estado invulnerable en cierto modo. En los años de mi juventud, un campanillazo a mi puerta me llenaba de júbilo, porque pensaba: "¡Bueno! Va a suceder alguna cosa". Más tarde, maduro por la vida, ese mismo ruido despertaba un sentimiento próximo al espanto y decía para mis adentros: "¡Ay! ¿Qué sucederá?"
Arthur Schopenhauer > El amor, las mujeres y la muerte (y otros ensayos)
Biblioteca Edaf.
Detalle de unas flores saliendo de un sumidero, una pintura mía en proceso de ejecución.
Arthur Schopenhauer > El amor, las mujeres y la muerte (y otros ensayos)
Biblioteca Edaf.
Detalle de unas flores saliendo de un sumidero, una pintura mía en proceso de ejecución.
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