(...) Este fabuloso e introvertido "Mateo" Santamarta Paniagua, nacido en Izagre, que es poblado entre morisco y hebraico, y que desde hace ya muchos años anda por el mundo con una carga apasionante de creaciones que obligan a la más seria y responsable atención.
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Y cuando se dice de la acción creadora de "Mateo" que más bien pugna en convertir en sueño la realidad, se está incurriendo en un peligroso aforismo, porque la pintura del leonés a lo que tiende no es a trasformar en sueño sus descubrimientos, sino por el contrario, a reformar lo soñado, lo intuido, lo encontrado, en accidente gozoso de iluminación, en realidad simbólica. (...)
(Victoriano Crémer en Diario de León, 16-06-1994)
(...) Otras claves las encontramos en el catálogo de su última exposición "Bajo un campo de estrellas-Invitación al abismo", celebrada aquí, en León, en el que Mateo incluyó un poema suyo, invocando a la mitología griega para abundar en la alusión a lo real y lo soñado, a lo inmediato y lo arcano. Él mismo, titán varado, se mide desde su tierra, humilde, amarilla, pedregosa y cuarteada por el fuego. frente a la bóveda que la cubre de brillos y luminarias. (...)
(Manuel Linares-Rivas en El Filandón, suplemento cultural de Diario de León, 09-11-2003)
(...) Si el ser tiembla, la pintura temblará.
¿Quién desea contemplar estos temblores que pueden arrastrarlo?(...)
(Juan Rizoma en Castellana Magazine, Nov. 1983)
-Una pequeña muestra (16 cuadros)
-Breve (del 9 al 18 de Agosto)
-Informal (No es una sala de Exposiciones sino el salón de plenos del Ayuntamiento de Izagre.
-Un horario exiguo (de 18.30 a 20.30)
En el pequeño pueblo en que nací y en el que conservo mi raíz.
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(...hay en su desgarramiento expresionista una angustia de ser pintura en verdad. que ennoblece su ímpetu y colma de esperanza su obra todavía naciente, pero ya rica de energía en la forma y de sentido en el color. (...)
(Manuel Augusto García Viñolas en Diario Pueblo, 16-02-1983)
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(...) Pero lo verdaderamente importante en el trabajo de Mateo, lo que de verdad nos llega desnudo de palabras y ornamentos, lo que está condenado a sacar a la luz, es su visceralidad original. Esa que logra volcar en cada cuadro y, por el espacio de tiempo que lo estamos contemplando, nos exige una respuesta.
(Carles Fabregat en Diario de Ibiza, 15-07-1990)
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(...En la presente exposición nos muestra toda la fuerza expresionista que lleva dentro, todas sus revelaciones, todas sus transparencias. Su lucha interna queda al descubierto , en un ejercicio ejemplar que sirve para demostrar su carencia de complejos y tabúes. No necesitamos penetrar en su mundo pictórico, repleto de vida y misterio. Es su propio universo quien viene a nuestro encuentro para advertirnos de su bello torbellino...
(Agustin Romo en Correo del Arte, 1992)
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(...En Bajo Un campo de estrellas Mateo se instala, cómodo y seguro, en un registro más evolucionado en la abstracción y más minimalista. El espectador es invitado a participar de sensaciones, a veces de distancia, profundidad, descanso, misterio o melancolía, y otras, de alegría y relajación, de poder y fuerza, al contemplar esos espacios, siderales o terrenales, copiosos en matices y salpicados de materia, en los que la ejecución de signos singularizan la escena y la dotan de un lirismo irrefutable, turbulento y en ocasiones voluptuoso.
(Manuel Linares-Rivas en Diario de León, 14-10-2003)
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(...Unas obras que exploran las posibilidades volumétricas de su naturaleza bidimensional, jugando con la materia, acumulándola en ciertas partes, retirándola de ciertas otras, pero siempre modelándola a su antojo, sin reparar en modulaciones conceptuales. Unas obras que tantean la figuración desde lo abstracto, desarrollando formas sinuosas, caleidoscópicas, casi orgánicas que introducen al espectador en un universo personal sólo accesible para el que se dispone sinceramente a mirar.
(Carlota de Alfonso en El Punto de las Artes, 16 al 26 de Marzo de 2007)