Permitid mis blasfemias ahora que el mundo agoniza como el respirar de un anciano o de un reptil que hiberna.
Debajo de la mentira, basamento inamovible, han erigido al Becerro de Oro que refulge ante nuestras pupilas y nos sonríe y nos convierte en limaduras abducidas por un imán invencible.
Miradlo…
Ved su figura erguida, orgullosa, sus músculos férreos tensándose.
Escudriñad sus pezuñas pisoteando párpados de niños.
Observad sus cascos excavando sobre el vientre de las madres convertidas en placenta del hambre.
Vigilad sus uñas escarbando en la sonrisa de los varones sin horizonte.
Contemplad su fornida estructura, ese pecho ancho donde late un corazón de piedra y hielo, esa mirada arrogante que desafía a las estrellas y a las brisas y a los sueños y a los amaneceres, y hasta a los ocasos desafía...
Te escupo desde mi miseria, desde mis manos sin nada.
Defeco sobre tus belfos.
Mi boca exclama improperios sin pudor sobre tu persona.
Sé que soy apenas un mosquito para tu penca, y que un solo movimiento de tu rabadilla me arrojará al averno.
Mientes mientras sonríes.
Corneas vidas explicando logaritmos ininteligibles.
Sí, observadlo antes de que os extermine.
Pensad también, entretanto, en sus sacerdotes, en sus corbatas de seda, en sus trajes a medida, en sus camisas almidonadas…
No olvidéis tampoco que los capellanes de este maldito bóvido asesino, beben sangre de niños en finas copas zafiro y oro.
Son vampiros, aunque el sol se haya impregnado sobre su piel.
Permitid mis blasfemias ahora que el mundo agoniza.
AMANDO CARABIAS (en Pavesas y cenizas)
Tiempo de Becerro, óleo-tela, 100x243, 1990, obra de Mateo Santamarta.
24 comentarios:
¡Qué grande eres Mateo! Nunca dudé del préstamo que te pidió Amando, pero ésto seguro que no lo imagina La verdad es que es un tríptico para un poema y al contrario. Ni hecho de encargo.
Blasfememos pues, pero siempre con besos para las buenas personas.
Gracias, Isolda. Blasfememos contra el Becerro, Señor de estos días oscuros.
Un abrazo.
No sé si hay blasfemia en escupir a la cara al Gran Cabrón y recriminar a los que le sirven -yo soy cristiano-.
Y cuando hayas machacado el alma de los mortales, pueblos confusos y difusos solo se reflejará tu idolatria en el explendor del color de los pinceles de unos pocos, en el arte de quien viendo, mas alla de sus narices nos hacen amar la vida sin idolatrias, con la honrradez del compañero y la compasión del amigo.Un abrazo mateo tus obras como siempre... para gozar del arte.. magnifica entrada !!!
Gracias por tus amables palabras, Tini. En este final de su reinado se muestra más orgulloso y engreído que nunca, pero caerá.
El cuadro es antiguo y lo recupero aquí con el texto de Amando que publicó hace unos días.
Un abrazo, Tini.
En su momento, leí este magnífico texto de Amando, me impresionó, y ahora te digo, amigo Mateo, no podía Amando imaginar que sus letras estarían algún día tan fabulosamente acompañadas. Eres único, como artista y como amigo. Tengo suerte.
Un fortísimo abrazo.
Lo que pasa es que eres muy amable, Mercedes. El cuadro tiene 20 años, pero congeniaba tan bien con la entrada de Amando -además de su deseo de poner un enlace con él- que era inevitable pensar que ahora y con ese texto debía comparecer públicamente en uno de mis blogs. Sí había sido expuesto y reproducido en un catálogo y también en Casa y Jardín (!!!)
Tal para cual...Enhorabuena a los dos.
Un abrazo.
Agradezco profundamente este detalle. Que mis versos lleguen a este espacio, me deja realmente impactado.
Como comenta Isolda, ni idea tenía de este regalo, pues para mí lo es. Y sí, ni hecho de encargo hubiera quedado más apropiado.
Gracias, Flamenco Rojo. Creo que ambas cosas están bien uncidas. Un abrazo.
Estoy de acuerdo, Amando, en que la relación es muy próxima y eso es lo que me decidió a unirlas. Tu sugerencia de que te proporcionase el enlace me acabó de decidir. Ya lo vi. Gracias a ti, amigo. El regalo es mutuo. Un abrazo.
Leí esa entrada de Amando Carabias y veo ahora cómo la traduces: dos obras de arte.
En la cúspide de la pirámide de las injusticias está el becerro, también creo que sus días están contados.
Gran trabajo estético entre la poesía y la pintura.
Gracias Mateo!!!
En realidad mi obra tiene 20 años, ARO, pero ahora encontró acomodo al lado del poema de Amando Carabias. GRACIAS.
Esperemos que su aparente esplendor y su arrogancia sean en realidad los signos de su final.
Un abrazo, Dilman, y gracias a ti.
Tu obra es impactante, estimado Mateo, y esas palabras tan bien escritas de Amando le van a las mil maravillas.
Sí que cansa tanta adoración al Becerro de Oro. Desde el principio de los tiempos y no cesa. Ojalá cesará. Ahora, casi es peor con la crisis. Qué angustia para quienes no somos materialistas. Qué sinrazón la humana.
Me apetece blasfemar con vosotros.
Un fortísimo abrazo.
Gracias, Isabel. Ya entonces, hace veinte años, se veía que el Becerro iba a más: hoy creo que puede morir de éxito y eso espero. El texto de Amando me recordó que era oportuno volver a traer esa pintura a la actualidad de unas pocas miradas.
Blasfememos contra él, si es posible llamar blasfemia al rechazo al materialismo más miserable. Un abrazo, amiga.
"Contemplad su fornida estructura, ese pecho ancho donde late un corazón de piedra y hielo, esa mirada arrogante que desafía a las estrellas y a las brisas y a los sueños y a los amaneceres, y hasta a los ocasos desafía... "
Dos obras de arte mayúsculas: La tuya y la de Armando.
Ahora que el mundo agoniza , blasfemar es como una especie de catarsis.
Qué intensidad transmiten las imágenes.
Genial complementación del texto con la obra pictórica.
Admirable.
Gran abrazo.
El Becerro de Oro...
Esta mañan me enviaron algo sobre la Banca Ética,
Acabo de hacer la declaración de IRPF al hijo de una amiga, que ganó 3 duros a través de 2 pagadores y no la hizo en su día. La Agencia Tributaria se la reclama. Le sale a pagar 1,5 lo que cobra en un mes.
Es Inmoral, hay tantas cosas inmorales que se ocultan tras la aparente objetividad.
Las entidades no tienen Conciencia, dicen no poder tenerla.
Me indigna que el mantenimiento del erario público sea a costa de los asalariados de poco pelo y de pelo medio.
Los grandes sueldos, las grandes fortunas tienen muchas salidas evasivas, muchas construcciones financieras y mercantiles para camuflar los beneficios. Véase las leyes "a medida"
Se me ha calentado la tecla. Disculpa. He saltado entre los Becerros.
Besos y buena noche: PAQUITA
Pues le va que ni pintado ( y nunca mejor dicho) al poema, fuerte y sangrante.
El becerro lo encuentro tan poderoso y seguro de sí mismo que llega a aterrorizarme.
Un abrazo grande, estimado Mateo.
Lo que llama la atención es la afinidad entre el texto y el cuadro que han sido elaborados de modo independiente y en épocas distintas.
Gracias por los elogios, Carmela. Un abrazo.
Has hecho bien en explayarte, Paquita. El Becerro es -de momento- dueño de la situación y no!, no perdona -salvo que seas un gran ladrón, Un abrazo.
Como he dicho en comentarios anteriores, el cuadro tiene 20 años y me impresionó el poema de Amando que me hizo volver a recordar y mostrar esta pintura.
Un abrazo grande, Virgi.
Sí que tiene postura arrogante el hijo de puta, y que me perdonen ellas...
Será viejo, Mateo pero ese impresionante cuadro es intemporal. Como todos los arquetipos, permanece tan joven como seguramente imaginaron nuestros antepasados. Y por supuesto el poema lo evoca de una manera concreta, siquiera por el tono melodramático con que se expresa.
No sé porque te pensaba más dado a la pintura naturalista. Más clásico si se puede decir así.
Bueno, que me gusta lo que haces y que si regreso a la actividad virtual (que últimamente estoy vago) te seguiré visitando.
Un gran abrazo, amigo.
Gracias, Manolotel. Lo que quería decir es que habían nacido en distintos momentos el cuadro y el poema.
Ya quisiera ser yo un clásico -no un imitador de clásicos-
Hago lo que sale de mí. Un abrazo.
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