CAÍDA
En la noche de los tiempos
Ayer
eterno pasado
viajaba yo contra el viento
Una alondra allá en el cielo
Ayer
eterno pasado
viajaba yo contra el viento
Una alondra allá en el cielo
Se paralizan mis alas
Ya de plomo me presiento
y una fuerza
allá en el suelo
allá en el suelo
Gravedad de peso muerto
me recordó que era tierra
envanecida de orgullo
Una sombra en un espejo
Faetón achicharrado
Caigo cada vez más raudo
Pierdo mis alas cayendo
que soy Ícaro irredento
al laberinto de Dédalo
de donde no saldré nunca
Asterión ya para siempre
Torpe monstruo encarcelado
Tampoco vendrá Teseo
a liberarme del tiempo
de los muros y del cieno
Trotaré
resoplaré
mugiré a ese cielo airado
Ya no espero más
Teseo
Tú no eres un héroe
claro
Cómo un valiente podría
Olvidar a Ariadna en Naxos
Tanto el poema como la ilustración -una prueba de un grabado no editado- pueden seguir evolucionando...
6 comentarios:
No sé que me gusta más, si el grabado o el poema.
En esos versos existe una gran fuerza, un ritmo que se impone y los impregna de armonía.
He disfrutado esta entrada, Mateo.
Un beso.
Caída solo hay una y es la última; todo lo demás, como bien dices, es susceptible de modificación y resurgimiento.
Tu poema es triste y precioso y espero que haya más.
Un beso, Mateo.
Gracias, Isabel. Me Halagas. Un abrazo.
Gracias, Isolda. Tienes razón: todo es susceptible de modificarse y sin embargo el sentimiento es ese, no sé si bien o mal expresado. Un abrazo, amiga.
Nunca se puedo medir cual me gusta mas pero las sensaciones son agradables por tanto no importa se disfruta con ello es lo que merece la pena y lo que te tengo que agradecer. Un abrazo Mateo y permíteme decirte que mi hijo tiene una expo en Alemania hasta septiembre beso
Gracias, Tini. Me alegra mucho lo de la exposición de tu hijo: espero que le vaya muy bien. Tengo un poco abandonado este blog. Un beso, amiga.
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