el rítmico cucú de la abubilla
la alegre algarabía de vencejos
el silbido pausado de los mirlos
los perfectos dibujos que en el cielo
trazaban las festivas golondrinas.
Todo pasó en un mundo que no es éste.
Ahora amo la noche silenciosa
El apacible ronroneo de los gatos
El olvido del ser en lo profundo
El eterno descanso en la nada.
Mateosantamarta,
febrero de 2015, borrador