el rítmico cucú de la abubilla
la alegre algarabía de vencejos
el silbido pausado de los mirlos
los perfectos dibujos que en el cielo
trazaban las festivas golondrinas.
Todo pasó en un mundo que no es éste.
Ahora amo la noche silenciosa
El apacible ronroneo de los gatos
El olvido del ser en lo profundo
El eterno descanso en la nada.
Mateosantamarta,
febrero de 2015, borrador
11 comentarios:
Has hecho música con este poema, Mateo. ¡Precioso! El ritmo se impone en unos versos que me han hechizado.
Eres muy completo, amigo. La palabra y la imagen no tienen secretos para ti.
Un abrazo
Gracias, Isabel. Eres muy amable y condescendiente. Un abrazo, amiga. Encantado de verte por aquí.
Qué maravilla Mateo. Tus versos son muy hermosos y la puesta de sol siempre me impresiona, siempre que puedo voy a su encuentro.
Abrazos!!
Gracias, Laura. Un elogio inmerecido a mis versillos. Los amaneceres son esplendidos. El la estepa de horizonte infinito son un espectáculo que impresiona cada día.
Yo es que nunca encuentro palabras para describir la sensación que me producen tus poemas, tus pinturas, pero igualmente me gusta subir a los cielos que bajar a los infiernos! En esos vaivenes yo aprendo, disfruto, me desespero...... y leerte es siempre positivo.Y no me olvido.... y llueve, por dentro algo gris y a veces el silencio no es más que una dejadez por la apática y cruda realidad Un abrazo Mateo!
Gracias por tu visita y tus palabras. Un abrazo, amiga.
Precioso en su cruda melancolía, querido Mateo.
Un fuerte abrazo
Gracias, Virgi. Un abrazo.
Precioso el poema, me he sentido bastante identificado porque en mi edad más temprana también adoraba las madrugadas pero conforme me voy haciendo mayor me van gustando más las noches
Las noches tienen mucho interés, paz, descanso. y aveces inquietud. Gracias por tu visita y comentario, salvaescalera.Un saludo.
A veces, quise decir.
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